Silvia Medina Herranz es logopeda y neuropsicóloga, que además ha finalizado sus estudios de psicología y también su especialidad en rehabilitación interdisciplinar en trastornos neurológicos faceta en la que tiene ya resultados sorprendentes.
El logopeda es el profesional de la salud que se dedica a la prevención, detección, promoción, educación, administración, evaluación, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, habilitación, pronóstico, orientación, asesoramiento, docencia e investigación de las áreas de la comunicación humana y sus alteraciones.
El campo de actuación de los logopedas es muy amplio, pues abarca desde la atención temprana en la población infantil hasta la intervención en la edad adolescente, adulta y en la tercera edad.
Los programas de tratamiento se realizan en todos los niveles de intervención. En este sentido, la prevención constituye la pieza básica para el mantenimiento de la salud. Los logopedas realizan programas dirigidos a personas susceptibles de padecer una patología o trastorno. Así la detección precoz constituye un punto importante en el proceso de intervención. El logopeda interviene en la detección precoz de muchas alteraciones y trastornos, participando, junto a otros profesionales de la salud, en la rápida detección que garantice un tratamiento precoz.
Cuando el trastorno está instaurado se realizan programas para rehabilitar, habilitar o minimizar la lesión con la finalidad de que no se agrave el trastorno y se retorne al estado de salud. Es el caso de la rehabilitación en las afasias, trastornos neurodegenerativos como el Parkinson, el Alzheimer y la Esclerosos Lateral Amiotrófica (ELA), los traumatismos craneoencefálicos, laringectomizados, hipoacusias… Cuando la recuperación de la función no es posible debido a que se trate de una alteración irreversible, el objetivo logopédico es mejorarla y mantenerla el máximo tiempo posible. Sería el caso de las demencias neurodegenerativas.
Las alteraciones que tratan los logopedas se pueden ver en las siguientes áreas de la comunicación:
- Área del habla: discurso de la producción de sonido, articulación, apraxia del habla, disartria, resonancia, trastornos de la fluidez del habla (hiperfluidez, tartamudeo, etc.) comunicación prelingüística (por ejemplo, de atención conjunta, intencionalidad, la señalización de comunicación), la comunicación paralingüística, etc.
- Área de la voz: la fonación de calidad, campo vocal, volumen, respiración, trastornos de la resonancia, disfonías, afonías, etc.
- Área del lenguaje (comprensión y expresión): fonética, fonología, morfo- sintaxis, semántica, la pragmática (uso del lenguaje, aspectos sociales de la comunicación), retraso del lenguaje, Trastorno Específico del Lenguaje, deficiencias, Autismo, trastornos en los que se ve alterado o retrasado el aprendizaje de la lectura y la escritura: dislexias, digrafías, discalculias, disortografías…Los trastornos del lenguaje secundarios a lesión cerebral: afasias, etc.
- Área de la cognición: atención, memoria, concentración, la secuenciación, la resolución de problemas y las capacidades ejecutivas. También se incluyen los trastornos asociados a procesos degenerativos: Deterioro de la comunicación por envejecimiento, trastornos neurodegenerativos infecciosos y demencias, etc.
- Área de la alimentación: masticación, deglución, succión, fase oral, fase faríngea, fase esofágica, miología orofacial por vía oro-motora, etc.
- Área de la audición: dificultades de lenguaje, habla y voz debidas a pérdidas auditivas de transmisión, neurosensoriales y mixtas, hipoacusias, presbiacusia, síndromes diversos, etc. Posibles etiologías de las alteraciones de la comunicación.
- Problemas auditivos: por ejemplo, la pérdida de audición, hipoacusia, presbiacusia o sordera.
- Problemas prenatales, perinatales y postnatales: por ejemplo, la prematuridad, bajo peso al nacer o la exposición a sustancias tóxicas.
- Discapacidades del desarrollo: por ejemplo, trastorno específico del lenguaje, trastornos del espectro autista, la dislexia, problemas de aprendizaje o trastorno por déficit de atención.
- Enfermedad neurológica/disfunción: por ejemplo, lesión traumática cerebral, parálisis cerebral, accidente vascular cerebral, demencias, enfermedades degenerativas.
- Trastornos genéticos: por ejemplo, el síndrome de Down, síndrome de X frágil, síndrome de Rett o el síndrome velocardiofacial.
- Anomalías orales: por ejemplo, el síndrome de Down, síndrome de X frágil, síndrome de Rett o el síndrome velocardiofacial.
- Dificultades respiratorias: por ejemplo, la displasia broncopulmonar o enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
- Anomalías de la laringe: por ejemplo, patología de las cuerdas vocales, estenosis traqueal, traqueostomía, traqueotomía o laringectomizados.
- Anomalías de la faringe: por ejemplo, la obstrucción de las vías respiratorias superiores o la insuficiencia velofaríngea/ incompetencia.
El neuropsicólogo clínico es un profesional de la psicología especialista en la ciencia aplicada de las relaciones cerebro-comportamiento. Utiliza este conocimiento en el estudio, evaluación, diagnóstico, tratamiento y/o rehabilitación a través del ciclo vital del paciente y su entorno con alteraciones neurológicas, médicas, del neurodesarrollo y/o psicopatológicas, así como otras alteraciones emocionales, comportamentales, cognitivas y de aprendizaje. Utiliza principios, técnicas y tests neuropsicológicos para evaluar los aspectos afectados e intactos de las áreas psicosocial, cognitiva, conductual y emocional y su relación con el funcionamiento normal o afectado del Sistema Nervioso. Utiliza esta información y la proporcionada por otros profesionales de la salud para identificar, diagnosticar alteraciones neuropsicológicas, y planificar, implementar y valorar las estrategias de intervención.
Los ámbitos de actuación de la neuropsicología se desprenden de las funciones previamente nombradas, que serán:
- Población neurológica y neuroquirúrgica que incluiría a patología vascular cerebral, tumores, enfermedades infecciosas o inflamatorias, epilepsias, trastornos degenerativos, traumatismos craneoencefálicos, enfermedades desmielinizantes, trastornos del movimiento, etc.
- Población pediátrica con problemas de aprendizaje, trastornos de atención-hiperactividad, trastornos generalizados del desarrollo, epilepsia, endocrinopatías, niños con bajo peso al nacer, otras poblaciones de riesgo.
- Población geriátrica por el estudio de patrones de envejecimiento normal y patológico y para intervenir mediante estrategias compensatorias y preventivas (Estimulación cognitiva).